Por la boca muere el pez

Imaginad el Gobierno como una gran pecera. La democracia es el continente y los políticos, los peces. Recuerdan durante tres segundos cuál es su función y lo olvidan. Olvidan y recuerdan. Cuatro años de existencia vital bastan para terminar mordiendo el anzuelo del dinero y el poder

domingo, abril 23

Calidad, es la solución

Autor: Dave WardnetDa miedo comprobar una y otra vez que el periodismo “se siente amenazado”, como asegura Juan Valera y también que nadie, por una cosa o por otra, hace nada para cambiarlo. ¿Quién es el culpable? ¿la audiencia interesada en los reality show y en la prensa del corazón?, ¿los editores que contratan a becarios para hacer el trabajo de periodistas profesionales para ahorrarse mucho más de cuatro duros en contratos? o ¿los periodistas, que en lugar de trabajar por vocación, lo hacen con la idea de ser famosos o ganar un buen pellizco?

Antes de culpabilizar a la audiencia, sería preciso entender que vienen de la represión intelectual del franquismo. En 1962, se leyeron en España cerca de diez millones de libros en las bibliotecas de todo el país, mientras que cuarenta años después, el número de lecturas alcanza los 147.600.000. La evolución es evidente. Aun así, los lectores inscritos no han aumentado de forma tan espectacular. Según el INE, sólo se han inscrito de más, 5.977.411. Es cierto que la falta de lectura, unida a la influencia de la televisión que aboga por la ley del mínimo esfuerzo, da como resultado un país cuyo nivel cultural se encuentra a la cola de Europa.

Juan Varela expone en Cambiar para sobrevivir los motivos por el que el periodismo se siente amenazado: por el descontento del público que cada vez desea ser más participativo; las fuentes de información dirigidas y encaminadas, los editores centrados en tener negocios más rentables o la información carente de valor y criterio periodístico.

El periodismo digital nace ahora por la necesidad inherente del periodista de informar sin limitaciones, con las ideas claras y donde la independencia mediática no es una utopía.

Este nuevo medio, ha conseguido tapar los agujeros que ha dejado la ausencia del Wach Dog. Lo mejor de todo es que ha surgido una nueva versión del perro guardián que, ahora, también se ocupa de la calidad del periodista informativo. Como dice Varela: "Si usted no contrasta sus datos, alguien lo hará por usted (...) y lo colgará en la Red para que todo el mundo se entere".

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